"Desarrollo del bebé"
Estás en la semana 39, el bebé traga líquido amniótico y empieza a acumularlo como material de desecho, que se denomina meconio. El meconio es una sustancia negra pegajosa que será su primer movimiento de intestinos después del nacimiento. En definitiva, su primera caca.
El cordón umbilical, que hasta el momento ha trasportado los nutrientes desde la placenta al bebé, mide, en esta semana 39 unos 50 centímetros de largo y 1,3 centímetros de ancho. Como el bebé ocupa todo el espacio en el útero, es común que el cordón umbilical se enrolle a su alrededor. Éste es muy elástico y no suele dar problemas. Aún así, hay casos en los que el bebé pueda nacer con el cordón rodeando su cuello. Tranquila, los partos con más de 35 semanas hoy en día son fáciles, y cortar el cordón umbilical también.
Nadie sabe qué desencadena el parto exactamente. Lo que sí sabemos es que los pulmones del niño y tu placenta son la clave de la sincronización. Cuando los pulmones están maduros, segregan una proteína al líquido amniótico que altera la producción hormonas. Este cambio hace que la placenta reduzca la emisión de progesterona y fomente la producción de una nueva hormona: la oxitocina. La oxitocina regula las contracciones del útero e indica si hay parto. También bloquea tus recuerdos y te ayuda a olvidar el dolor y unirte al bebé.
Estás en la semana 39, puedes romper aguas en cualquier momento. Ve al hospital, llama a tu médico y prepara todo para tener el parto que hayas planeado (convencional, natural, en el agua…).
"Cambios en la madre"
Es la semana 39, el parto está muy cerca, debes estar atenta a las señales que lo anuncian: perder sangre roja brillante, romper aguas, tener contracciones regulares e intensas que no paran aunque cambies de postura...
Si rompes aguas (si sale un hilillo o flujo importante de líquido de la vagina), llama a tu médico inmediatamente y acude al hospital.
Existen medios para controlar los dolores del parto. Algunos fármacos alivian una parte, y otros tratan de evitarlos por completo. Habla de las alternativas con tu médico antes del parto.
En esta semana 39 y en la semanas posteriores la hinchazón de tobillos y pies es normal. Pon los pies en alto y tómate los descansos que sean necesarios. Tomate tiempo para preparar todo lo que vayas a necesitar llevar al hospital.
martes, 29 de noviembre de 2011
martes, 22 de noviembre de 2011
Semana 38!
"Desarrollo del bebé"
Si tu parto no se adelanta, con la semana 38 empieza la cuenta atrás. Es imposible predecir cuándo nacerá exactamente el bebé. De hecho, sólo el 5% nace en la fecha prevista, el resto lo hace antes o después.
En la semana 38 debes estar alerta a las señales que te indiquen que has roto aguas y controlar las contracciones, que en las últimas semanas habrán sido numerosas, aunque separadas. Atenta: si son muy intensas y continuadas (más de 5 por hora) es posible que estés de parto.
Nadie sabe qué desencadena el parto exactamente. Lo que sí sabemos es que los pulmones del niño y tu placenta son la clave de la sincronización. Cuando los pulmones están maduros, segregan una proteína al líquido amniótico que altera la producción hormonas. Este cambio hace que la placenta reduzca la emisión de la hormona progesterona y fomente la producción de una nueva hormona: la oxitocina.
La oxitocina regula las contracciones del útero e indica si hay parto. También bloquea tus recuerdos y te ayuda a olvidar el dolor y unirte al bebé.
El lanugo (pelito que cubría su cuerpo) está desapareciendo aunque le pueda quedar algo al nacer, en los hombros, la frente o el cuello. También habrá perdido toda o casi toda la vérnix caseosa, la sustancia cremosa que protegía su piel del líquido amniótico. El unto sebáceo (crema que cubre su piel) es más abundante y servirá de ahora en más para permitir el deslizamiento del bebé en el canal del parto.
Puede que se pregunte donde van estos residuos. Una parte acaba en los intestinos del bebé, donde forma parte del meconio. El meconio es una sustancia viscosa de color negro verdoso que llenará el primer pañal del bebé. También hay células muertas, líquido amniótico y productos de desecho procedentes del hígado, el páncreas y la vesícula del niño. Los riñones del bebé también filtran parte de estos residuos, pero no funcionarán plenamente hasta después del parto.
El bebé ya no experimenta grandes cambios de altura y peso. Seguramente su desarrollo termine en torno a los 50 cm de longitud y los 3 kilogramos de peso.
Medidas del bebé: mide entre 48 y 50 cm. y pesa alrededor de 3.300 gramos.
"Cambios en la madre"
En la semana 38 posiblemente el abdomen no te haya crecido mucho. Se verá diferente cuando el bebé cambie de posición o estire sus brazos y piernas. A partir de esta semana 38 las molestias pueden aumentar.
En la semana 38 puedes ver como sobresale tu ombligo, como consecuencia de los últimos estirones de la barriga provocados por el bebé.
Por otro lado, el bebé procede al encajamiento: se pone en posición fetal, con la cabeza en la parte inferior de la pelvis, y descansa en el cuello del útero. Pesa más que nunca y notarás que ejerce presión sobre la vejiga. Por tanto, es posible que tengas que orinar con mucha frecuencia. El cérvix (cuello del útero) va a dilatarse, a prepararse para el parto.
En esta semana 38 y en la semanas posteriores la hinchazón de tobillos y pies es normal. Pon los pies en alto y tómate los descansos que sean necesarios. Prepara con tiempo todo lo que vayas a necesitar llevar al hospital. ¡Atenta a las señales que anuncien el parto!
¿Cómo te darás cuenta que el parto está por llegar?
En los días previos a que el parto se inicie, comenzarás a experimentar algunas sensaciones nuevas o se incrementarán varias ya existentes que están dadas por el simple efecto de la gravedad, ya que el bebé quiere descender para tomar su lugar en el canal del parto. Las signos y síntomas más frecuentes que advierten que el parto puede desencadenarse en algún momento son:
• Presión sobre el pubis
• Dolor en la zona lumbar
• Puntadas o sensación de vacío en la zona vaginal profunda
• Aumento de las secreciones vaginales
• Flujo vaginal amarronado o levemente sanguinoliento
• Expulsión del tapón mucoso
• Rotura de la bolsa de aguas
La expulsión del tapón mucoso puede producirse antes de que el parto se desencadene como también puede ocurrir unos cuantos días antes. La rotura de la bolsa de aguas también puede ocurrir algunos días antes de que el parto se inicie. Sentirás como un líquido caliente que corre por tus genitales, como si te hubieras orinado.
¿Cómo darte cuenta que el parto es inminente?
Lo más importante para que el parto se inicie es la presencia de contracciones rítmicas con la suficiente intensidad para que las percibas. Se le dice contracciones rítmicas ya que existe un período de descanso posterior a la contracción luego del cual aparecerá una nueva inexorablemente. No existe parto sin contracciones rítmicas que no cesan a pesar de descansar, ducharte, tomar algún analgésico o cualquier técnica de diagnóstico que hayas aprendido en el curso de psicoprofilaxis.
¿Cuándo debes llamar a la matrona o al médico?
Si al cabo de una hora las contracciones continúan con igual ritmo o son aún más frecuentes, sin duda debes llamar a tu médico o a tu obstétrica ya que el parto es inminente. Siempre debes recordar que desde que el parto se inicia hasta el nacimiento del bebé pueden transcurrir de 8 a 12 hs., en consecuencia siempre hay tiempo suficiente para darse cuenta que algo esta ocurriendo con tu cuerpo.
También debes llamar al médico si has roto la bolsa de aguas, tienes hemorragias vaginales, fiebre, dolor abdominal, dolor de cabeza agudo o alteraciones en la visión.
Si tu parto no se adelanta, con la semana 38 empieza la cuenta atrás. Es imposible predecir cuándo nacerá exactamente el bebé. De hecho, sólo el 5% nace en la fecha prevista, el resto lo hace antes o después.
En la semana 38 debes estar alerta a las señales que te indiquen que has roto aguas y controlar las contracciones, que en las últimas semanas habrán sido numerosas, aunque separadas. Atenta: si son muy intensas y continuadas (más de 5 por hora) es posible que estés de parto.
Nadie sabe qué desencadena el parto exactamente. Lo que sí sabemos es que los pulmones del niño y tu placenta son la clave de la sincronización. Cuando los pulmones están maduros, segregan una proteína al líquido amniótico que altera la producción hormonas. Este cambio hace que la placenta reduzca la emisión de la hormona progesterona y fomente la producción de una nueva hormona: la oxitocina.
La oxitocina regula las contracciones del útero e indica si hay parto. También bloquea tus recuerdos y te ayuda a olvidar el dolor y unirte al bebé.
El lanugo (pelito que cubría su cuerpo) está desapareciendo aunque le pueda quedar algo al nacer, en los hombros, la frente o el cuello. También habrá perdido toda o casi toda la vérnix caseosa, la sustancia cremosa que protegía su piel del líquido amniótico. El unto sebáceo (crema que cubre su piel) es más abundante y servirá de ahora en más para permitir el deslizamiento del bebé en el canal del parto.
Puede que se pregunte donde van estos residuos. Una parte acaba en los intestinos del bebé, donde forma parte del meconio. El meconio es una sustancia viscosa de color negro verdoso que llenará el primer pañal del bebé. También hay células muertas, líquido amniótico y productos de desecho procedentes del hígado, el páncreas y la vesícula del niño. Los riñones del bebé también filtran parte de estos residuos, pero no funcionarán plenamente hasta después del parto.
El bebé ya no experimenta grandes cambios de altura y peso. Seguramente su desarrollo termine en torno a los 50 cm de longitud y los 3 kilogramos de peso.
Medidas del bebé: mide entre 48 y 50 cm. y pesa alrededor de 3.300 gramos.
"Cambios en la madre"
En la semana 38 posiblemente el abdomen no te haya crecido mucho. Se verá diferente cuando el bebé cambie de posición o estire sus brazos y piernas. A partir de esta semana 38 las molestias pueden aumentar.
En la semana 38 puedes ver como sobresale tu ombligo, como consecuencia de los últimos estirones de la barriga provocados por el bebé.
Por otro lado, el bebé procede al encajamiento: se pone en posición fetal, con la cabeza en la parte inferior de la pelvis, y descansa en el cuello del útero. Pesa más que nunca y notarás que ejerce presión sobre la vejiga. Por tanto, es posible que tengas que orinar con mucha frecuencia. El cérvix (cuello del útero) va a dilatarse, a prepararse para el parto.
En esta semana 38 y en la semanas posteriores la hinchazón de tobillos y pies es normal. Pon los pies en alto y tómate los descansos que sean necesarios. Prepara con tiempo todo lo que vayas a necesitar llevar al hospital. ¡Atenta a las señales que anuncien el parto!
¿Cómo te darás cuenta que el parto está por llegar?
En los días previos a que el parto se inicie, comenzarás a experimentar algunas sensaciones nuevas o se incrementarán varias ya existentes que están dadas por el simple efecto de la gravedad, ya que el bebé quiere descender para tomar su lugar en el canal del parto. Las signos y síntomas más frecuentes que advierten que el parto puede desencadenarse en algún momento son:
• Presión sobre el pubis
• Dolor en la zona lumbar
• Puntadas o sensación de vacío en la zona vaginal profunda
• Aumento de las secreciones vaginales
• Flujo vaginal amarronado o levemente sanguinoliento
• Expulsión del tapón mucoso
• Rotura de la bolsa de aguas
La expulsión del tapón mucoso puede producirse antes de que el parto se desencadene como también puede ocurrir unos cuantos días antes. La rotura de la bolsa de aguas también puede ocurrir algunos días antes de que el parto se inicie. Sentirás como un líquido caliente que corre por tus genitales, como si te hubieras orinado.
¿Cómo darte cuenta que el parto es inminente?
Lo más importante para que el parto se inicie es la presencia de contracciones rítmicas con la suficiente intensidad para que las percibas. Se le dice contracciones rítmicas ya que existe un período de descanso posterior a la contracción luego del cual aparecerá una nueva inexorablemente. No existe parto sin contracciones rítmicas que no cesan a pesar de descansar, ducharte, tomar algún analgésico o cualquier técnica de diagnóstico que hayas aprendido en el curso de psicoprofilaxis.
¿Cuándo debes llamar a la matrona o al médico?
Si al cabo de una hora las contracciones continúan con igual ritmo o son aún más frecuentes, sin duda debes llamar a tu médico o a tu obstétrica ya que el parto es inminente. Siempre debes recordar que desde que el parto se inicia hasta el nacimiento del bebé pueden transcurrir de 8 a 12 hs., en consecuencia siempre hay tiempo suficiente para darse cuenta que algo esta ocurriendo con tu cuerpo.
También debes llamar al médico si has roto la bolsa de aguas, tienes hemorragias vaginales, fiebre, dolor abdominal, dolor de cabeza agudo o alteraciones en la visión.
jueves, 17 de noviembre de 2011
Semana 37!
"Desarrollo del bebé"
Estás en la semana 37 y a partir de ahora, el bebé está en condiciones óptimas para nacer. En esta semana 37 ya habrá adoptado la posición definitiva. Lo más probable es que esté cabeza abajo y con la cara mirando hacia atrás, listo para nacer.
El médico te podrá decir a través de una ecografía si se encuentra en otra posición que haga necesaria una cesárea para evitar riesgos (cabeza girada para hacia delante o de nalgas).
En la semana 37 el cerebro y el cráneo del bebé también continúna creciendo. Desde la semana 37 no va a aumentar mucho más de peso, a pesar de ello estas semanas siguen siendo importantes, ya que todavía acumula 15 gramos de grasa al día. Con esta grasa su cuerpo regulará mejor la temperatura, manteniendo un nivel adecuado de azúcar en sangre.
Sus medidas: en la semana 37 la mayoría de bebés suelen medir unos 50 centímetros de largo, con un peso de entre 2,7 y 3 kg.
"Cambios en la madre"
Llevas 37 semanas de embarazo, las últimas transformaciones son tan importantes como las primeras. Algunas mujeres ven sobresalir su ombligo como consecuencia de los últimos estirones de la barriga.
Por otro lado, el bebé procede al encajamiento: se pone en posición fetal, con la cabeza en la parte inferior de la pelvis, y descansa en el cuello del útero. Pesa más que nunca y notarás que ejerce presión sobre la vejiga. Por tanto, es posible que tengas que orinar con mucha frecuencia. El cérvix (cuello del útero) va a dilatarse, a prepararse para el parto.
En esta semana 37 la hinchazón de tobillos y pies es normal. Pon los pies en alto y tómate los descansos que sean necesarios. Tomate tiempo para preparar todo lo que vayas a necesitar llevar al hospital.
Sabes que hay una serie de señales que te avisarán de que vas a dar a luz, en esta semana 37 has de estar atenta, el porcentaje de bebes que nacen en la fecha prevista es bajo, por lo que el parto te puede sorprender en cualquier momento, las señales son:
perder sangre roja brillante
romper la bolsa (romper aguas)
tener contracciones regulares e intensas que no paran aunque cambies de postura
Estás en la semana 37 y a partir de ahora, el bebé está en condiciones óptimas para nacer. En esta semana 37 ya habrá adoptado la posición definitiva. Lo más probable es que esté cabeza abajo y con la cara mirando hacia atrás, listo para nacer.
El médico te podrá decir a través de una ecografía si se encuentra en otra posición que haga necesaria una cesárea para evitar riesgos (cabeza girada para hacia delante o de nalgas).
En la semana 37 el cerebro y el cráneo del bebé también continúna creciendo. Desde la semana 37 no va a aumentar mucho más de peso, a pesar de ello estas semanas siguen siendo importantes, ya que todavía acumula 15 gramos de grasa al día. Con esta grasa su cuerpo regulará mejor la temperatura, manteniendo un nivel adecuado de azúcar en sangre.
Sus medidas: en la semana 37 la mayoría de bebés suelen medir unos 50 centímetros de largo, con un peso de entre 2,7 y 3 kg.
"Cambios en la madre"
Llevas 37 semanas de embarazo, las últimas transformaciones son tan importantes como las primeras. Algunas mujeres ven sobresalir su ombligo como consecuencia de los últimos estirones de la barriga.
Por otro lado, el bebé procede al encajamiento: se pone en posición fetal, con la cabeza en la parte inferior de la pelvis, y descansa en el cuello del útero. Pesa más que nunca y notarás que ejerce presión sobre la vejiga. Por tanto, es posible que tengas que orinar con mucha frecuencia. El cérvix (cuello del útero) va a dilatarse, a prepararse para el parto.
En esta semana 37 la hinchazón de tobillos y pies es normal. Pon los pies en alto y tómate los descansos que sean necesarios. Tomate tiempo para preparar todo lo que vayas a necesitar llevar al hospital.
Sabes que hay una serie de señales que te avisarán de que vas a dar a luz, en esta semana 37 has de estar atenta, el porcentaje de bebes que nacen en la fecha prevista es bajo, por lo que el parto te puede sorprender en cualquier momento, las señales son:
perder sangre roja brillante
romper la bolsa (romper aguas)
tener contracciones regulares e intensas que no paran aunque cambies de postura
miércoles, 9 de noviembre de 2011
Semana 36!
"Desarrollo del bebé"
Es posible que notes menos movimiento sobre la semana 36 del embarazo. Esto ocurre porque el bebé ha crecido tanto que tiene menos espacio para moverse. Asimismo, se le forman cúmulos de grasa que le redondean el cuerpo, que le sirve de reserva energética y para regular su temperatura.
Por otro lado, la piel empieza a hacerse más rosada.
Sólo falta una semana para que la calidad del surfactante sea óptima para respirar fuera del útero.
En cualquier momento se encaja del todo y acaba de poner su cabecita en el cuello del útero. Puede superar los 50 centímetros, ¡qué grandote!
"Cambios en la madre"
En esta semana 36 y en las siguientes últimas semanas te irá costando más trabajo respirar. Esto se debe, a que el útero ha alcanzado mil veces su volumen original, y al estar debajo de las costillas comprime los pulmones.
En la semana 36 puede que hayas ganado 12 ó 13 kilos de peso, e incluso puede que durante las siguientes cuatro semanas subas algún kilo más. También debes saber que esto no es siempre así, y que muchas mujeres no engordan nada en su último mes de gestación.
En la semana 36 puedes sufrir hinchazones por el exceso de líquido. En este último mes de embarazo pueden aparecer o aumentar si ya has tenido. Para evitarlo, lo mejor es descansar siempre que se puedas unos minutos con los pies en alto o echada sobre el costado izquierdo. Estas posiciones mejoran la circulación sanguínea, moviendo el líquido acumulado en las extremidades. Debe saber que por beber menos agua no se evita esta molesta hinchazón. De hecho es bueno beber, ya que así se eliminan mejor los residuos a través de los riñones, se favorece el movimiento intestinal y se mantiene el volumen de sangre.
Es posible que notes menos movimiento sobre la semana 36 del embarazo. Esto ocurre porque el bebé ha crecido tanto que tiene menos espacio para moverse. Asimismo, se le forman cúmulos de grasa que le redondean el cuerpo, que le sirve de reserva energética y para regular su temperatura.
Por otro lado, la piel empieza a hacerse más rosada.
Sólo falta una semana para que la calidad del surfactante sea óptima para respirar fuera del útero.
En cualquier momento se encaja del todo y acaba de poner su cabecita en el cuello del útero. Puede superar los 50 centímetros, ¡qué grandote!
"Cambios en la madre"
En esta semana 36 y en las siguientes últimas semanas te irá costando más trabajo respirar. Esto se debe, a que el útero ha alcanzado mil veces su volumen original, y al estar debajo de las costillas comprime los pulmones.
En la semana 36 puede que hayas ganado 12 ó 13 kilos de peso, e incluso puede que durante las siguientes cuatro semanas subas algún kilo más. También debes saber que esto no es siempre así, y que muchas mujeres no engordan nada en su último mes de gestación.
En la semana 36 puedes sufrir hinchazones por el exceso de líquido. En este último mes de embarazo pueden aparecer o aumentar si ya has tenido. Para evitarlo, lo mejor es descansar siempre que se puedas unos minutos con los pies en alto o echada sobre el costado izquierdo. Estas posiciones mejoran la circulación sanguínea, moviendo el líquido acumulado en las extremidades. Debe saber que por beber menos agua no se evita esta molesta hinchazón. De hecho es bueno beber, ya que así se eliminan mejor los residuos a través de los riñones, se favorece el movimiento intestinal y se mantiene el volumen de sangre.
jueves, 3 de noviembre de 2011
Semana 35!
"Desarrollo del bebé"
Semana 35, ya son 8 meses. Tu pequeño ya es un bebé apretadito y pesado. Y es que su cerebro y su cabeza ya han alcanzado su tamaño máximo. Tu hijo ha producido 100 billones neuronas con 100 trillones de conexiones, que le durarán toda la vida. ¡Y empezó hace 28 semanas! (en la semana 7). Si tuvieras un parto prematuro a estas alturas, podría sobrevivir sin problemas. Aunque, claro está, cuanto más tiempo esté dentro de tu vientre, más desarrollado y sano estará en el momento de nacer.
Los huesos de la cabeza son suaves y flexibles para que pueda encajarse en el canal de parto.
En esta semana 35 y en las últimas semanas, tu cuerpo le transferirá a tu hijo inmunidad temporal contra enfermedades infantiles (como las paperas y el sarampión). El bebé estará protegido hasta que le pongas las primeras vacunas. Su piel se alisa y el lanugo comienza a caer.
Sus medidas: Mide aproximadamente 45 cms, a partir de esta semana 35 comienza el período de aumento de peso más rápido del bebé. Ganará entre 250 y 350 gramos por semana. Ya está cerca de los 3 kilos.
"Cambios en la madre"
Ya te encuentras en la semana 35, las últimas transformaciones son tan importantes como las primeras. Hay un cambio muy curioso: algunas mujeres ven sobresalir su ombligo como consecuencia de los últimos estirones de la barriga. Por otro lado, a partir de esta semana 35, el bebé procede al encajamiento: se pone en posición fetal, con la cabeza en la parte inferior de la pelvis, y descansa en el cuello del útero. No estés preocupada si aun no ha cambado de posición, porque a pesar del poco espacio que hay ahora en el útero, desde la semana 35 el feto todavía puede dar varias vueltas antes de nacer.
Pesa más que nunca y notarás que ejerce presión sobre la vejiga. Por tanto, es posible que tengas que orinar con mucha frecuencia. El cérvix (cuello del útero) va a dilatarse, a prepararse para el parto. La hinchazón de tobillos y pies es normal en esta semana 35. Es la semana 35, descansa, pon los pies en alto y tómate los descansos que sean necesarios.
Tu espalda suele molestar bastante, esto se debe a que el peso que soportas es mayor cada día. Los baños de inmersión o bien la práctica de la natación pueden ayudarte mucho.
Puedes tener la sensación de que tu bebé está más bajo, por la presión que ejerce en la pelvis. No te preocupes que no se caerá.
Sabes que hay una serie de señales que te avisarán de que vas a dar a luz:
Perder sangre roja brillante
Romper la bolsa (romper aguas)
Tener contracciones regulares e intensas que no paran aunque cambies de postura
Semana 35, ya son 8 meses. Tu pequeño ya es un bebé apretadito y pesado. Y es que su cerebro y su cabeza ya han alcanzado su tamaño máximo. Tu hijo ha producido 100 billones neuronas con 100 trillones de conexiones, que le durarán toda la vida. ¡Y empezó hace 28 semanas! (en la semana 7). Si tuvieras un parto prematuro a estas alturas, podría sobrevivir sin problemas. Aunque, claro está, cuanto más tiempo esté dentro de tu vientre, más desarrollado y sano estará en el momento de nacer.
Los huesos de la cabeza son suaves y flexibles para que pueda encajarse en el canal de parto.
En esta semana 35 y en las últimas semanas, tu cuerpo le transferirá a tu hijo inmunidad temporal contra enfermedades infantiles (como las paperas y el sarampión). El bebé estará protegido hasta que le pongas las primeras vacunas. Su piel se alisa y el lanugo comienza a caer.
Sus medidas: Mide aproximadamente 45 cms, a partir de esta semana 35 comienza el período de aumento de peso más rápido del bebé. Ganará entre 250 y 350 gramos por semana. Ya está cerca de los 3 kilos.
"Cambios en la madre"
Ya te encuentras en la semana 35, las últimas transformaciones son tan importantes como las primeras. Hay un cambio muy curioso: algunas mujeres ven sobresalir su ombligo como consecuencia de los últimos estirones de la barriga. Por otro lado, a partir de esta semana 35, el bebé procede al encajamiento: se pone en posición fetal, con la cabeza en la parte inferior de la pelvis, y descansa en el cuello del útero. No estés preocupada si aun no ha cambado de posición, porque a pesar del poco espacio que hay ahora en el útero, desde la semana 35 el feto todavía puede dar varias vueltas antes de nacer.
Pesa más que nunca y notarás que ejerce presión sobre la vejiga. Por tanto, es posible que tengas que orinar con mucha frecuencia. El cérvix (cuello del útero) va a dilatarse, a prepararse para el parto. La hinchazón de tobillos y pies es normal en esta semana 35. Es la semana 35, descansa, pon los pies en alto y tómate los descansos que sean necesarios.
Tu espalda suele molestar bastante, esto se debe a que el peso que soportas es mayor cada día. Los baños de inmersión o bien la práctica de la natación pueden ayudarte mucho.
Puedes tener la sensación de que tu bebé está más bajo, por la presión que ejerce en la pelvis. No te preocupes que no se caerá.
Sabes que hay una serie de señales que te avisarán de que vas a dar a luz:
Perder sangre roja brillante
Romper la bolsa (romper aguas)
Tener contracciones regulares e intensas que no paran aunque cambies de postura
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