jueves, 3 de noviembre de 2011

Semana 35!

"Desarrollo del bebé"

Semana 35, ya son 8 meses. Tu pequeño ya es un bebé apretadito y pesado. Y es que su cerebro y su cabeza ya han alcanzado su tamaño máximo. Tu hijo ha producido 100 billones neuronas con 100 trillones de conexiones, que le durarán toda la vida. ¡Y empezó hace 28 semanas! (en la semana 7). Si tuvieras un parto prematuro a estas alturas, podría sobrevivir sin problemas. Aunque, claro está, cuanto más tiempo esté dentro de tu vientre, más desarrollado y sano estará en el momento de nacer.

Los huesos de la cabeza son suaves y flexibles para que pueda encajarse en el canal de parto.

En esta semana 35 y en las últimas semanas, tu cuerpo le transferirá a tu hijo inmunidad temporal contra enfermedades infantiles (como las paperas y el sarampión). El bebé estará protegido hasta que le pongas las primeras vacunas. Su piel se alisa y el lanugo comienza a caer.

Sus medidas: Mide aproximadamente 45 cms, a partir de esta semana 35 comienza el período de aumento de peso más rápido del bebé. Ganará entre 250 y 350 gramos por semana. Ya está cerca de los 3 kilos.


"Cambios en la madre"

Ya te encuentras en la semana 35, las últimas transformaciones son tan importantes como las primeras. Hay un cambio muy curioso: algunas mujeres ven sobresalir su ombligo como consecuencia de los últimos estirones de la barriga. Por otro lado, a partir de esta semana 35, el bebé procede al encajamiento: se pone en posición fetal, con la cabeza en la parte inferior de la pelvis, y descansa en el cuello del útero. No estés preocupada si aun no ha cambado de posición, porque a pesar del poco espacio que hay ahora en el útero, desde la semana 35 el feto todavía puede dar varias vueltas antes de nacer.

Pesa más que nunca y notarás que ejerce presión sobre la vejiga. Por tanto, es posible que tengas que orinar con mucha frecuencia. El cérvix (cuello del útero) va a dilatarse, a prepararse para el parto. La hinchazón de tobillos y pies es normal en esta semana 35. Es la semana 35, descansa, pon los pies en alto y tómate los descansos que sean necesarios.

Tu espalda suele molestar bastante, esto se debe a que el peso que soportas es mayor cada día. Los baños de inmersión o bien la práctica de la natación pueden ayudarte mucho.
Puedes tener la sensación de que tu bebé está más bajo, por la presión que ejerce en la pelvis. No te preocupes que no se caerá.

Sabes que hay una serie de señales que te avisarán de que vas a dar a luz:
Perder sangre roja brillante
Romper la bolsa (romper aguas)
Tener contracciones regulares e intensas que no paran aunque cambies de postura

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