"Desarrollo del bebé"
El pequeño sigue incrementando su peso, en parte porque agrega nuevas capas de vérmix, la grasita que le ayudará a regular su temperatura corporal y le mantendrá abrigado incluso después de nacer. En la semana 30, la piel del bebé no será tan arrugadita, estará más tersa.
Ya tu bebé toma una gran parte de tu útero. Tu cuerpo comienza a permitir que tu útero se extienda por debajo de las costillas. Los ojos de tu bebe están mas maduros y este puede diferenciar entre la luz y la oscuridad. Los bebes de 30 semanas de gestación pueden seguir una fuente de luz con sus ojos.
Su cerebro ha crecido y se acomoda al tamaño de la cabeza. Sus pulmones continúan madurando y produciendo surfactante, imprescindible para que al nacer pueda respirar por sí solo, pero ya el bebé simula movimientos respiratorios. Suele jugar con el cordón umbilical, ¡como si fuera una cuerda para saltar!
Además ya comienza a buscar la posición definitiva que tendrá al nacer. La mayoría de los bebés se ubican con la cabeza hacia abajo, pero algunos deciden no hacerlo, ya sea porque se acuerdan tarde de girar y el útero ya no lo permite, o bien porque se hallan enredados con el cordón umbilical o el mismo resulta corto, limitando su movilidad.
Sus medida: en la semana 30 pesará aproximadamente un kilo y medio y medirá unos 42 centímetros .
"Cambios en la madre"
Ya habrás notado que te cansas de nada…y para colmo, ahora se te hace difícil dormirte en las noches. Y por si esto no fuese todo, encima están tus cambios constantes de humor.
La semana 30 del embarazo es un buen momento de pensar en los temas que te estresan y tratar de eliminarlos. Descansa, reflexiona o haz ejercicio. Habla con el médico para que te recomiende la actividad física adecuada. Y aprovechen de dormir y descansar durante las pocas semanas que les quedan solos a tí y a tu pareja.
Ya lo que te falta son 10 semanas mas para que tengas a tu bebe en tus brazos. Este es el momento para pensar en las diferentes maneras que tienes disponible para el manejo del dolor durante el parto. Las clases de parto te proveen información actualizada de que esperar durante el trabajo de parto y el parto. También te enseñan diferentes técnicas para el manejo del dolor durante el parto, técnicas para acelerar el trabajo de parto, preparan bien a tu pareja para que te acompañe, y tienes la oportunidad de compartir con otras parejas embarazadas.
El abdomen te crecerá más semana a semana. Estás en la semana 30, notarás que la cadera y la pelvis se están aflojando y expandiendo para darle lugar al bebé que sigue creciendo. Sentirás incomodidad cuando el bebé te de pataditas en las costillas y en el diafragma. No te preocupes, pronto el bebé se moverá hacia abajo y te sentirás menos pesada.
Como la cabeza de tu bebé está buscando su posición definitiva sobre el pubis, esto incrementa sus movimientos y en consecuencia tus molestias, dolor y presión sobre el pubis acompañados con contracciones. Los movimientos de tu bebé, aunque te dan satisfacción y felicidad, pueden ser bastante fuertes y dolorosos.
La presión de la cabecita del bebé en la vejiga puede provocar también molestias urinarias o una necesidad imperiosa de orinar en los momentos menos oportunos. Incluso a veces pueden escaparse chorritos de orina al reírte, estornudar o toser.
Es bueno realizar los ejercicios para los músculos del piso pelviano, llamados ejercicios de Kegel, que también te ayudarán para el momento del parto y el postparto.
A medida que el bebé crece en el abdomen y ocupa toda la cavidad abdominal empujando todo su contenido, se restringen los movimientos del diafragma y la mujer embarazada necesita respirar más profundamente, tomando más aire en cada inhalación. Evite realizar esfuerzos y asuma una posición semisentada.
Una vez que el bebé se ha encajado en tu pelvis, notarás que esa falta de aliento disminuye, porque el bebé ha dejado de ejercer presión sobre el diafragma. Al dormir hazlo siempre de lado y coloca una almohada entre las piernas. Esto puede ayudar a disminuir la presión en tu diafragma.
A partir de las semanas 27 a 30, los cambios hormonales pueden variar semana a semana. Es normal que tus pies se hinchen. Aún así, si la hinchazón dura mucho o si pasa a la cara, habla con tu especialista. La formación de estrías en los pechos y la barriga son muy comunes en este período de tiempo.
Al mismo tiempo, puedes sentir las llamadas contracciones Braxton Hicks. Aunque hay mujeres que no pasan por ello, estas contracciones (que reciben el nombre del primer médico en describirlas) son encogimientos del útero que empiezan a partir de la sexta semana del embarazo. Sin embargo, si las notas, será a partir de la semana 29 o la 30. Esto es normal, pero si sientes más de 5 contracciones en una hora es recomendable que hables con un médico.
Tu útero puede producir dolor debajo de tus costillas o una sensación de ardor o de tirantez en la piel que recubre tu vientre. Tus senos aumentarán de tamaño y puede que secreten calostro, un fluido cremoso que está presente en tus pechos antes de que se produzca leche.
La falta de sueño es muy frecuente al final del embarazo y está asociado con la angustia que puede originar la proximidad del parto, los movimientos del bebé, los calambres y los dolores de espaldas. Para un buen sueño se recomienda ingerir comida ligera y evitar el café y el té antes de acostarse.
Para ti, papa… Ya de seguro habrás sentido a tu bebe moverse. Pasa tiempo junto a tu pareja de forma que puedas descansar tu mano sobre su barriga, de forma que puedas sentir al bebe moverse. El compartir el movimiento de tu bebe con tu pareja te ayuda a mejorar el enlace entre tu, tu pareja y tu bebe. Hagan de estos momentos uno especial.
lunes, 26 de septiembre de 2011
martes, 20 de septiembre de 2011
Semana 29!
"Desarrollo del bebé"
Los órganos de los sentidos de tu bebé ya están completamente formados. Ya no sólo es capaz de distinguir los distintos sonidos y las voces del exterior, así como las luces y las sombras, también puedes provocarle una carcajada. ¿No es increíble?
El bebé ya está muy desarrollado: los sentidos están muy activos, el niño ya sabe ponerse cómodo y ha aprendido a moverse. A partir de la semana número 29, empezará a darse la vuelta para reposar hacia abajo, apoyado en el cuello de tu útero. Sus idas y venidas harán que te dé más de una patadita en las costillas. Lo notarás.
Tu hijo recibe a través de la placenta desde esta semana hasta el nacimiento, importantes substancias para las defensas que lo van a proteger contra algunas de las enfermedades infecciosas.
A partir de la semana 29 entramos en una fase en la que su cerebro ha madurado tanto que puede regular su temperatura corporal. Por supuesto, el bebé todavía necesita el calor del cuerpo de su madre para mantenerse caliente hasta el que nazca.
La cabecita de tu bebé será, en este momento, proporcional al tamaño del resto de su cuerpo. Además, se seguirá acumulando grasa debajo de su piel y el cerebro podrá, a partir de esta semana, controlar su respiración primitiva. Sus pulmones y su diafragma están prácticamente formados. Los ojos ya habrán comenzado a moverse dentro de las cuencas e incluso podrán responder a estímulos provocados por la luz y la oscuridad.
Se sigue desarrollando células nerviosas del cerebro. Al nacer, tendrá cientos de miles de millones de ellas, que aunque parezcan muchas, se debe recordar que no se crearán más después de nacer. Los músculos siguen desarrollándose a un ritmo muy rápido y la cabecita está creciendo para acomodar el cerebro, que cada día está más grande. Como está creciendo tanto, ahora es cuando más nutrición necesita.
Tu bebé continuará manifestando un comportamiento sumamente activo, y aquellos primeros esbozos de movimientos habrán quedado atrás para poder dar lugar a fuertes pataditas y puñetazos que podrían llegar a quitarte la respiración por unos segundos. Si notas que dichos movimientos decrecieran en cantidad o en energía, realiza un recuento de las patadas fetales: tu bebé debería realizar al menos 10 movimientos en el plazo de una hora. Si su bebé realizara una menor cantidad de movimientos, comuníqueselo inmediatamente a su doctor de cabecera.
Abre y cierra los ojos constantemente y mira su entorno dentro de tu barriguita. Los órganos de los sentidos se terminan de formar completamente en estas semanas. La oscuridad del exterior le ayuda a relajarse y dormir y puede que algunas luces repentinas le asusten y reaccione cambiando su posición o dando una patadita.
Su sentido del olfato también termina de formarse completamente y espera a su primer contacto con el aire del exterior. Entonces, se activarán las células de los sentidos para ser usadas en un entorno seco y el bebé recordará toda su experiencia de cuando estaba resguardado en el vientre materno. Por eso es tan importante hablarle e intentar de cualquier forma comunicarte con él, hacer que te conozca.
Cuando nazca el bebé ya verás como encuentra paz en tu voz por los recuerdos de cuando residía en tu vientre y te escuchaba desde adentro, además, se sentirá todavía mejor si mientras le hablas le abrazas y le mantienes cerca de tu corazón, para que también pueda escuchar sus latidos.
Por otro lado, las glándulas suprarrenales de tu bebé ya habrán comenzado a producir hormonas, entre las que se pueden enumerar, el andrógeno y el estrógeno. Estas hormonas serán las encargadas de estimular la producción de prolactina, dando como resultado que tu cuerpo produzca calostro, la leche que alimentará al bebé durante los primeros días luego de su nacimiento.
Sus medidas: el bebé pesará alrededor de 1 kilo con 400 gramos y ya alcanza los 38 centímetros.
"Cambios en la madre"
Estos tres últimos meses a partir de la semana 29 son la etapa de mayor engorde para el bebé y también para la mamá. En este último trimestre puede que engorde unos 5 kg. Es común engordar medio kilo por semana en promedio, aunque dependerá mucho de la mujer en cada caso.
Tu cuerpo necesita nutrientes como el calcio, ácido fólico y hierro para estar fuerte y saludable y que el bebé siga creciendo a buen ritmo. Quizás tus estados de ánimo y niveles de energía cambien varias veces durante el día. Trata de mantener el estrés al mínimo.
A partir de ahora los cambios hormonales pueden variar semana a semana. Es normal que tus pies se hinchen. Aún así, si la hinchazón dura mucho o si pasa a la cara, habla con tu especialista. La formación de estrías en los pechos y la barriga son muy comunes en este período de tiempo.
Puedes sentir las llamadas contracciones Braxton Hicks. Estas contracciones son encogimientos del útero que empiezan a partir de la sexta semana del embarazo. Sin embargo, si las notas, será a partir de la semana 29 o la 30. Esto es normal, pero si sientes más de 5 contracciones en una hora es recomendable que hables con un médico. Podrías estar de parto antes de tiempo. Aún así, no te preocupes, con 7 meses el feto está lo suficientemente desarrollado para que pueda nacer un niño sano, aunque necesite estar unas semanas bajo control y en la incubadora. Las contracciones, todavía localizadas y suaves, se tornan más frecuentes, en especial asociadas a cambios de posición o a movimientos fetales.
El útero se contrae mientras que el abdomen se endurece por un tiempo. A partir de ahora irás notando cada vez más las contracciones musculares, pues el útero se prepara para el nacimiento. Dificultad para respirar, dolor de espalda y ardor de estómago siguen seguramente molestándote. La falta de resistencia física, dificultad de concentración, y la pérdida momentánea del equilibrio pueden molestarte, e incluso provocar accidentes en el hogar, el trabajo y de tráfico.
Las contracciones musculares te acompañarán desde ahora hasta el nacimiento. A pesar de que no producen la dilatación del cuello uterino, pero preparan el útero para el nacimiento. Para distinguir las contracciones musculares de las de parto es importante que prestes especial atención al dolor y a la regularidad. Una sensación de presión o dolor en la parte baja del abdomen o la espalda, no pueden producirse a la vez con las contracciones, y tampoco el flujo vaginal o sangrado.
Es ahora, durante el transcurso del tercer trimestre, cuando aparecerán con mayor intensidad una serie de malestares propios de esta etapa del embarazo, entre los que se pueden enumerar los siguientes: tu piel comenzará a picar, sentirás que te falta el aire y que tienes dificultades para respirar normalmente, puedes sufrir de calambres en tus piernas (los expertos no saben con seguridad qué los produce: algunos aseguran que suceden por culpa del aumento de peso y otros que son consecuencia de una carencia de calcio o potasio, también puede ser debidos a la presión que ejerce el útero sobre los nervios que van a las piernas), de ardores estomacales y de indigestión, acompañados de dolores musculares. Pero no te preocupes, ya que estos malestares serán temporales y desaparecerán muy pronto; además, estarás tan pendiente de la llegada de tu bebé que sería hasta incluso posible que no le prestes atención a los mismos.
Es sumamente importante que te alimentes correctamente, ingiriendo alimentos nutritivos y sanos durante todo el transcurso del embarazo, sin importar si estuvieras embarazada de 9 o de 29 semanas. La deficiencia de hierro es un problema muy común durante el embarazo, es por ello que, tu doctor de cabecera seguramente te recomendará realizar un análisis de sangre a fin de controlar los niveles de hierro. Si tus niveles de hierro en sangre fueran demasiado bajos, seguramente deberás consumir, respetando las prescripciones de tu médico, algún suplemento de hierro que resolverá instantáneamente este problema.
Puedes percibir que ya caminas con los pies levemente separados para aumentar tu base de sustentación y evitar las caídas.
Los órganos de los sentidos de tu bebé ya están completamente formados. Ya no sólo es capaz de distinguir los distintos sonidos y las voces del exterior, así como las luces y las sombras, también puedes provocarle una carcajada. ¿No es increíble?
El bebé ya está muy desarrollado: los sentidos están muy activos, el niño ya sabe ponerse cómodo y ha aprendido a moverse. A partir de la semana número 29, empezará a darse la vuelta para reposar hacia abajo, apoyado en el cuello de tu útero. Sus idas y venidas harán que te dé más de una patadita en las costillas. Lo notarás.
Tu hijo recibe a través de la placenta desde esta semana hasta el nacimiento, importantes substancias para las defensas que lo van a proteger contra algunas de las enfermedades infecciosas.
A partir de la semana 29 entramos en una fase en la que su cerebro ha madurado tanto que puede regular su temperatura corporal. Por supuesto, el bebé todavía necesita el calor del cuerpo de su madre para mantenerse caliente hasta el que nazca.
La cabecita de tu bebé será, en este momento, proporcional al tamaño del resto de su cuerpo. Además, se seguirá acumulando grasa debajo de su piel y el cerebro podrá, a partir de esta semana, controlar su respiración primitiva. Sus pulmones y su diafragma están prácticamente formados. Los ojos ya habrán comenzado a moverse dentro de las cuencas e incluso podrán responder a estímulos provocados por la luz y la oscuridad.
Se sigue desarrollando células nerviosas del cerebro. Al nacer, tendrá cientos de miles de millones de ellas, que aunque parezcan muchas, se debe recordar que no se crearán más después de nacer. Los músculos siguen desarrollándose a un ritmo muy rápido y la cabecita está creciendo para acomodar el cerebro, que cada día está más grande. Como está creciendo tanto, ahora es cuando más nutrición necesita.
Tu bebé continuará manifestando un comportamiento sumamente activo, y aquellos primeros esbozos de movimientos habrán quedado atrás para poder dar lugar a fuertes pataditas y puñetazos que podrían llegar a quitarte la respiración por unos segundos. Si notas que dichos movimientos decrecieran en cantidad o en energía, realiza un recuento de las patadas fetales: tu bebé debería realizar al menos 10 movimientos en el plazo de una hora. Si su bebé realizara una menor cantidad de movimientos, comuníqueselo inmediatamente a su doctor de cabecera.
Abre y cierra los ojos constantemente y mira su entorno dentro de tu barriguita. Los órganos de los sentidos se terminan de formar completamente en estas semanas. La oscuridad del exterior le ayuda a relajarse y dormir y puede que algunas luces repentinas le asusten y reaccione cambiando su posición o dando una patadita.
Su sentido del olfato también termina de formarse completamente y espera a su primer contacto con el aire del exterior. Entonces, se activarán las células de los sentidos para ser usadas en un entorno seco y el bebé recordará toda su experiencia de cuando estaba resguardado en el vientre materno. Por eso es tan importante hablarle e intentar de cualquier forma comunicarte con él, hacer que te conozca.
Cuando nazca el bebé ya verás como encuentra paz en tu voz por los recuerdos de cuando residía en tu vientre y te escuchaba desde adentro, además, se sentirá todavía mejor si mientras le hablas le abrazas y le mantienes cerca de tu corazón, para que también pueda escuchar sus latidos.
Por otro lado, las glándulas suprarrenales de tu bebé ya habrán comenzado a producir hormonas, entre las que se pueden enumerar, el andrógeno y el estrógeno. Estas hormonas serán las encargadas de estimular la producción de prolactina, dando como resultado que tu cuerpo produzca calostro, la leche que alimentará al bebé durante los primeros días luego de su nacimiento.
Sus medidas: el bebé pesará alrededor de 1 kilo con 400 gramos y ya alcanza los 38 centímetros.
"Cambios en la madre"
Estos tres últimos meses a partir de la semana 29 son la etapa de mayor engorde para el bebé y también para la mamá. En este último trimestre puede que engorde unos 5 kg. Es común engordar medio kilo por semana en promedio, aunque dependerá mucho de la mujer en cada caso.
Tu cuerpo necesita nutrientes como el calcio, ácido fólico y hierro para estar fuerte y saludable y que el bebé siga creciendo a buen ritmo. Quizás tus estados de ánimo y niveles de energía cambien varias veces durante el día. Trata de mantener el estrés al mínimo.
A partir de ahora los cambios hormonales pueden variar semana a semana. Es normal que tus pies se hinchen. Aún así, si la hinchazón dura mucho o si pasa a la cara, habla con tu especialista. La formación de estrías en los pechos y la barriga son muy comunes en este período de tiempo.
Puedes sentir las llamadas contracciones Braxton Hicks. Estas contracciones son encogimientos del útero que empiezan a partir de la sexta semana del embarazo. Sin embargo, si las notas, será a partir de la semana 29 o la 30. Esto es normal, pero si sientes más de 5 contracciones en una hora es recomendable que hables con un médico. Podrías estar de parto antes de tiempo. Aún así, no te preocupes, con 7 meses el feto está lo suficientemente desarrollado para que pueda nacer un niño sano, aunque necesite estar unas semanas bajo control y en la incubadora. Las contracciones, todavía localizadas y suaves, se tornan más frecuentes, en especial asociadas a cambios de posición o a movimientos fetales.
El útero se contrae mientras que el abdomen se endurece por un tiempo. A partir de ahora irás notando cada vez más las contracciones musculares, pues el útero se prepara para el nacimiento. Dificultad para respirar, dolor de espalda y ardor de estómago siguen seguramente molestándote. La falta de resistencia física, dificultad de concentración, y la pérdida momentánea del equilibrio pueden molestarte, e incluso provocar accidentes en el hogar, el trabajo y de tráfico.
Las contracciones musculares te acompañarán desde ahora hasta el nacimiento. A pesar de que no producen la dilatación del cuello uterino, pero preparan el útero para el nacimiento. Para distinguir las contracciones musculares de las de parto es importante que prestes especial atención al dolor y a la regularidad. Una sensación de presión o dolor en la parte baja del abdomen o la espalda, no pueden producirse a la vez con las contracciones, y tampoco el flujo vaginal o sangrado.
Es ahora, durante el transcurso del tercer trimestre, cuando aparecerán con mayor intensidad una serie de malestares propios de esta etapa del embarazo, entre los que se pueden enumerar los siguientes: tu piel comenzará a picar, sentirás que te falta el aire y que tienes dificultades para respirar normalmente, puedes sufrir de calambres en tus piernas (los expertos no saben con seguridad qué los produce: algunos aseguran que suceden por culpa del aumento de peso y otros que son consecuencia de una carencia de calcio o potasio, también puede ser debidos a la presión que ejerce el útero sobre los nervios que van a las piernas), de ardores estomacales y de indigestión, acompañados de dolores musculares. Pero no te preocupes, ya que estos malestares serán temporales y desaparecerán muy pronto; además, estarás tan pendiente de la llegada de tu bebé que sería hasta incluso posible que no le prestes atención a los mismos.
Es sumamente importante que te alimentes correctamente, ingiriendo alimentos nutritivos y sanos durante todo el transcurso del embarazo, sin importar si estuvieras embarazada de 9 o de 29 semanas. La deficiencia de hierro es un problema muy común durante el embarazo, es por ello que, tu doctor de cabecera seguramente te recomendará realizar un análisis de sangre a fin de controlar los niveles de hierro. Si tus niveles de hierro en sangre fueran demasiado bajos, seguramente deberás consumir, respetando las prescripciones de tu médico, algún suplemento de hierro que resolverá instantáneamente este problema.
Puedes percibir que ya caminas con los pies levemente separados para aumentar tu base de sustentación y evitar las caídas.
martes, 13 de septiembre de 2011
Semana 28!
"Desarrollo del bebé"
Maduración cerebral, familiarización con la mamá y más estímulos.
Tu bebé sigue aumentando de peso. Ya han pasado 28 semanas y es hora de que empiece a producir una capa grasa bajo la piel.
Además, sus sentidos están cada vez más despiertos y su corteza cerebral se ha desarrollado hasta tal punto que ¡puede empezar a albergar conocimiento!. Es más, en las próximas semanas, su sistema nervioso estará tan avanzado como el del recién nacido. Investigaciones recientes explican que, con la semana 28, el pequeño es más consciente de lo que le rodea. Una semana de éstas, creará su primer recuerdo.
Su piel dejó de ser transparente porque se depositó queratina, igual que en la piel adulta.
Estamos ante una etapa vital en el desarrollo de los pulmones del bebé. Se están llenando de vasos sanguíneos para que cuando inspire su primera bocanada de aire, los pulmones absorban el oxígeno y lo puedan enviar a estos vasos, que harán circular la sangre oxigenada por todo su cuerpo. El feto también está empezando a fabricar una sustancia tensioactiva llamada surfactante, sustancia imprescindible para el inicio de la respiración fuera del útero y que impide que los alvéolos de sus pulmones se adhieran entre sí, permitiéndole respirar correctamente al nacer. También están madurando los tubos bronquiales, dividiéndose cada vez más.
Reconoce tu voz más que ninguna otra porque la escucha más claramente que a los demás sonidos.
Te encantará saber que, en este momento del embarazo, tu pequeño empieza a familiarizarse con tu voz. La reconoce, incluso responde a ella, como lo puede hacer con la música. Hay estudios que confirman que si escucha una misma melodía una y otra vez también puede reconocerla, incluso seguir su ritmo.
Esto ha demostrado que la memoria a largo plazo funciona antes del nacimiento. Impresionante ¿verdad? Debes tener en cuenta que las canciones pueden influir en su ánimo. Las de ritmos acelerados lo sobrestimularán, en cambio, la música suave le relajará.
Su corazón late a unos 140 lat./min. Sus períodos de vigilia son más prolongados respondiendo con movimientos contundentes a estímulos externos.
Sus medidas: tu bebé ya habrá crecido 30cms y empezará a superar el kilo.
"Cambios en la madre"
Te encuentras en la semana 28 y la piel de tu abdomen crece, llegando a producir picores. El feto ya está bastante desarrollado y el útero sigue estirándose, así que puedes empezar a tener dolores de espalda y en la pelvis.
Tienes sensaciones desagradables por el estiramiento de tus músculos abdominales.
Las venas de tus piernas pueden congestionarse y dar origen a várices.
Por primera vez en tu vida tienes puedes llegar a tener hemorroides. Trata de evitar las estancias prolongadas de pie y duerme lo más posible con tus piernas elevadas.
Quizás sienta que pierde el equilibrio con el crecimiento del abdomen. Use zapatos de tacón bajo y tenga cuidado.
Mantenga los buenos hábitos prenatales: comer bien, descansar cuando se lo pida el cuerpo y tomar mucha cantidad de agua. Acuda a todas las citas de cuidado prenatal.
Si su Rh es negativo, esta semana seguramente le administrarán una inyección de 'anti-D', por si el bebé es Rh positivo. Con ello se evita que su cuerpo produzca anticuerpos contra los glóbulos de sangre del bebé que puedan haber pasado a su riego sanguíneo.
Maduración cerebral, familiarización con la mamá y más estímulos.
Tu bebé sigue aumentando de peso. Ya han pasado 28 semanas y es hora de que empiece a producir una capa grasa bajo la piel.
Además, sus sentidos están cada vez más despiertos y su corteza cerebral se ha desarrollado hasta tal punto que ¡puede empezar a albergar conocimiento!. Es más, en las próximas semanas, su sistema nervioso estará tan avanzado como el del recién nacido. Investigaciones recientes explican que, con la semana 28, el pequeño es más consciente de lo que le rodea. Una semana de éstas, creará su primer recuerdo.
Su piel dejó de ser transparente porque se depositó queratina, igual que en la piel adulta.
Estamos ante una etapa vital en el desarrollo de los pulmones del bebé. Se están llenando de vasos sanguíneos para que cuando inspire su primera bocanada de aire, los pulmones absorban el oxígeno y lo puedan enviar a estos vasos, que harán circular la sangre oxigenada por todo su cuerpo. El feto también está empezando a fabricar una sustancia tensioactiva llamada surfactante, sustancia imprescindible para el inicio de la respiración fuera del útero y que impide que los alvéolos de sus pulmones se adhieran entre sí, permitiéndole respirar correctamente al nacer. También están madurando los tubos bronquiales, dividiéndose cada vez más.
Reconoce tu voz más que ninguna otra porque la escucha más claramente que a los demás sonidos.
Te encantará saber que, en este momento del embarazo, tu pequeño empieza a familiarizarse con tu voz. La reconoce, incluso responde a ella, como lo puede hacer con la música. Hay estudios que confirman que si escucha una misma melodía una y otra vez también puede reconocerla, incluso seguir su ritmo.
Esto ha demostrado que la memoria a largo plazo funciona antes del nacimiento. Impresionante ¿verdad? Debes tener en cuenta que las canciones pueden influir en su ánimo. Las de ritmos acelerados lo sobrestimularán, en cambio, la música suave le relajará.
Su corazón late a unos 140 lat./min. Sus períodos de vigilia son más prolongados respondiendo con movimientos contundentes a estímulos externos.
Sus medidas: tu bebé ya habrá crecido 30cms y empezará a superar el kilo.
"Cambios en la madre"
Te encuentras en la semana 28 y la piel de tu abdomen crece, llegando a producir picores. El feto ya está bastante desarrollado y el útero sigue estirándose, así que puedes empezar a tener dolores de espalda y en la pelvis.
Tienes sensaciones desagradables por el estiramiento de tus músculos abdominales.
Las venas de tus piernas pueden congestionarse y dar origen a várices.
Por primera vez en tu vida tienes puedes llegar a tener hemorroides. Trata de evitar las estancias prolongadas de pie y duerme lo más posible con tus piernas elevadas.
Quizás sienta que pierde el equilibrio con el crecimiento del abdomen. Use zapatos de tacón bajo y tenga cuidado.
Mantenga los buenos hábitos prenatales: comer bien, descansar cuando se lo pida el cuerpo y tomar mucha cantidad de agua. Acuda a todas las citas de cuidado prenatal.
Si su Rh es negativo, esta semana seguramente le administrarán una inyección de 'anti-D', por si el bebé es Rh positivo. Con ello se evita que su cuerpo produzca anticuerpos contra los glóbulos de sangre del bebé que puedan haber pasado a su riego sanguíneo.
lunes, 5 de septiembre de 2011
Semana 27!
"Desarrollo del bebé"
Escucha sus latidos directamente, nota su hipo y otros cambios.
Ya has llegado a la semana 27 de tu embarazo. En este momento, ya se podrá escuchar los latiditos del bebé poniendo los oídos sobre tu abdomen. Debes saber que tu ritmo cardíaco está muy vinculado al de tu hijo y tu estrés y tus hábitos le influyen directamente. Si no llevas unas costumbres y un ritmo de vida sanos, puede desarrollar diversos problemas.
Estas semanas notarás movimientos a diario. Existe incluso la posibilidad de que percibas momentos en los que tu bebé tiene hipo. El hipo del feto es muy curioso, muy diferente al nuestro: tiene espasmos, pero no produce ruido porque no hay aire en sus pulmones. Entrañable.
Precisamente los pulmones son el último órgano vital que se forma en el bebé. En tu interior no los usa, ya que obtiene el oxígeno de tu placenta a través del cordón umbilical y también de lo que traga de la bolsa amniótica. Sin embargo, los pequeños músculos de su pecho empiezan a practicar un movimiento como el de la respiración empleando los pulmones y el diafragma. ¡Se va preparando para la vida aquí afuera!. Ahora abre y cierra los ojitos, se chupa el dedo, y tiene ya su horario regular de dormir y estar despierto.
A medida que la audición continúa desarrollándose, tu bebé comenzará a reconocer tu voz y la de tu pareja. Los sonidos se escucharán amortiguados, ya que los oídos todavía están cubiertos por una sustancia cerosa (vérnix) que protege la piel y evita que se agriete con el líquido amniótico.
Tu bebé continuará creciendo durante esta semana y a la vez manifestando más actividad cerebral, sumado a un gradual desarrollo de sus pulmones. Los párpados se abrirán y las retinas comenzarán a formarse a partir de este momento. La apariencia de tu bebito o bebita, según sea su sexo, será similar a la que tendrá una vez que nazca, con la excepción de que en esta semana se verá más delgado/a y más pequeñito/a de lo que será en el momento del parto. Los pulmones, el hígado y el sistema inmune deberán seguir desarrollándose hasta completar su formación, pero en el caso de que su bebé naciera en este preciso momento, tendría por lo menos 85% de probabilidades de sobrevivir.
Medidas: Tu bebé mide aprox. unos 36,5 centímetros y pesa casi un kilo.
"Cambios en la madre"
Éste es el comienzo del último trimestre de gestación, tiempo en el que tu hijo crecerá y engordará hasta estar listo para el momento del nacimiento.
A partir de ahora los cambios hormonales pueden variar semana a semana. Es normal que tus pies se hinchen. Aún así, si la hinchazón dura mucho o si pasa a la cara, habla con tu especialista. La formación de estrías en los pechos y la barriga son muy comunes en este período de tiempo.
Podrías descubrir que se te hace difícil respirar naturalmente, ya que tu útero se ha desplazado a la parte inferior de tu caja toráxica.
Al mismo tiempo, puedes sentir las llamadas contracciones Braxton Hicks. Aunque hay mujeres que no pasan por ello, estas contracciones (que reciben el nombre del primer médico en describirlas) son encogimientos del útero que empiezan a partir de la sexta semana del embarazo. Sin embargo, si las notas, será a partir de la semana 29 o la 30. Esto es normal, pero si sientes más de 5 contracciones en una hora es recomendable que hables con un médico. Podrías estar de parto antes de tiempo. Aún así, no te preocupes. Con 7 meses el feto está lo suficientemente desarrollado para que pueda nacer un niño sano, aunque necesite estar unas semanas bajo control y en la incubadora.
Escucha sus latidos directamente, nota su hipo y otros cambios.
Ya has llegado a la semana 27 de tu embarazo. En este momento, ya se podrá escuchar los latiditos del bebé poniendo los oídos sobre tu abdomen. Debes saber que tu ritmo cardíaco está muy vinculado al de tu hijo y tu estrés y tus hábitos le influyen directamente. Si no llevas unas costumbres y un ritmo de vida sanos, puede desarrollar diversos problemas.
Estas semanas notarás movimientos a diario. Existe incluso la posibilidad de que percibas momentos en los que tu bebé tiene hipo. El hipo del feto es muy curioso, muy diferente al nuestro: tiene espasmos, pero no produce ruido porque no hay aire en sus pulmones. Entrañable.
Precisamente los pulmones son el último órgano vital que se forma en el bebé. En tu interior no los usa, ya que obtiene el oxígeno de tu placenta a través del cordón umbilical y también de lo que traga de la bolsa amniótica. Sin embargo, los pequeños músculos de su pecho empiezan a practicar un movimiento como el de la respiración empleando los pulmones y el diafragma. ¡Se va preparando para la vida aquí afuera!. Ahora abre y cierra los ojitos, se chupa el dedo, y tiene ya su horario regular de dormir y estar despierto.
A medida que la audición continúa desarrollándose, tu bebé comenzará a reconocer tu voz y la de tu pareja. Los sonidos se escucharán amortiguados, ya que los oídos todavía están cubiertos por una sustancia cerosa (vérnix) que protege la piel y evita que se agriete con el líquido amniótico.
Tu bebé continuará creciendo durante esta semana y a la vez manifestando más actividad cerebral, sumado a un gradual desarrollo de sus pulmones. Los párpados se abrirán y las retinas comenzarán a formarse a partir de este momento. La apariencia de tu bebito o bebita, según sea su sexo, será similar a la que tendrá una vez que nazca, con la excepción de que en esta semana se verá más delgado/a y más pequeñito/a de lo que será en el momento del parto. Los pulmones, el hígado y el sistema inmune deberán seguir desarrollándose hasta completar su formación, pero en el caso de que su bebé naciera en este preciso momento, tendría por lo menos 85% de probabilidades de sobrevivir.
Medidas: Tu bebé mide aprox. unos 36,5 centímetros y pesa casi un kilo.
"Cambios en la madre"
Éste es el comienzo del último trimestre de gestación, tiempo en el que tu hijo crecerá y engordará hasta estar listo para el momento del nacimiento.
A partir de ahora los cambios hormonales pueden variar semana a semana. Es normal que tus pies se hinchen. Aún así, si la hinchazón dura mucho o si pasa a la cara, habla con tu especialista. La formación de estrías en los pechos y la barriga son muy comunes en este período de tiempo.
Podrías descubrir que se te hace difícil respirar naturalmente, ya que tu útero se ha desplazado a la parte inferior de tu caja toráxica.
Al mismo tiempo, puedes sentir las llamadas contracciones Braxton Hicks. Aunque hay mujeres que no pasan por ello, estas contracciones (que reciben el nombre del primer médico en describirlas) son encogimientos del útero que empiezan a partir de la sexta semana del embarazo. Sin embargo, si las notas, será a partir de la semana 29 o la 30. Esto es normal, pero si sientes más de 5 contracciones en una hora es recomendable que hables con un médico. Podrías estar de parto antes de tiempo. Aún así, no te preocupes. Con 7 meses el feto está lo suficientemente desarrollado para que pueda nacer un niño sano, aunque necesite estar unas semanas bajo control y en la incubadora.
Semana 26!
"Desarrollo del bebé"
Primeras muecas y nuevos reflejos. Los sentidos siguen despertando...
A las 26 semanas ya notas claramente los movimientos del bebé. Igualmente, tu pequeñín empezará a hacer uso de más reflejos importantes como el reflejo labial de succión, ya que empieza a chuparse el dedo con virulencia. La mayor parte del día, tu bebé estará durmiendo. Así que el tiempo que pase despierto tendrá más energía y, por tanto, estará muy alerta a todo lo que sucede en su entorno.
Cuando oiga ruidos repentinos, sacará sus reflejos de protección extendiendo sus brazos y piernas como mecanismo de autodefensa. Hoy en día, con las comodidades de la vida humana, este instinto no se hace tan necesario como lo era para nuestros antepasados. Sin embargo, otros reflejos sí lo son. Es el caso del reflejo que consiste en ingerir medio litro de líquido amniótico al día. Esta tendencia natural ayuda a que el sistema digestivo se desarrolle bien.
Su piel todavía es transparente. Tiene una rutina de ejercicios musculares diaria que incluye movimientos respiratorios. Percibe cada vez más los estímulos del mundo exterior como la luz, el sonido o las presiones sobre el abdomen.
Notarás que si te acuestas en una posición que no le gusta comenzará a moverse con fuerza hasta hacerte cambiar de posición.
Esta semana los párpados del bebé estarán abiertos y el bebé reaccionará a la luz. Empieza a hablarle al bebé. Su audición está lo suficientemente desarrollada como para escuchar tu voz y la del papá. El bebé también está practicando respirar aunque no haya aire en la matriz.
Durante esta semana los alvéolos pulmonares comenzarán a desarrollarse dentro de sus pulmones. Su bebito además comenzará a manifestar actividad en sus ondas cerebrales y al mismo tiempo a escuchar y a responder con movimientos a los ruidos y a los estímulos auditivos, tanto los que provengan del interior como los provenientes del exterior.
Aunque los ojitos del bebé estarán herméticamente sellados durante los últimos meses del embarazo para permitir que el organismo vaya formando las retinas, los mismos se abrirán, y el bebé comenzará a parpadear durante esta semana. Dependiendo de la raza del bebito y de la de sus padres, algunos bebés nacerán con los ojos de color azul o tendrán un color gris azulado (los cuales podrían cambiar de color durante los primeros seis meses de vida) mientras que otros nacerán con ojitos de color marrón o de algún color oscuro. Por otro lado, las pestañas estarán creciendo y además, para este momento, ya habrá más pelo en su cabecita.
Medidas: El bebé tiene alrededor de 36 cms de la coronilla a las nalgas y pesa casi 1 kg.
"Cambios en la madre"
Te encuentras en la semana 26 y la piel de tu abdomen crece, llegando a producir picores. El feto ya está bastante desarrollado y el útero sigue estirándose, así que puedes empezar a tener dolores de espalda y en la pelvis.
Te cansas más y tu corazón late muy rápido cuando caminas, subes escaleras o terminas de comer, hasta tu presión puede descender al punto de provocarte mareos y desmayos. Es debido a cambios en tu circulación sanguínea.
El útero tiene el tamaño aproximado de una pelota de básquetbol. Sentirás que el centro de gravedad se ha desplazado. Quizás sientas un cosquilleo, adormecimiento o dolor en las manos y pies. Se cree que esa sensación se debe a los tejidos hinchados. Muchas mujeres sufren del síndrome del túnel carpiano durante el embarazo. El túnel carpiano es la apertura que hay adentro de la muñeca y por la que pasan los nervios que llegan a los dedos. El túnel se hincha durante el embarazo y la presión puede causar adormecimiento y dolor. El malestar a veces se agrava por la noche.
Avísale al profesional de la salud si tienes dolor, cosquilleo, ardor o adormecimiento en las muñecas, manos u otras articulaciones. Trata de agitar la mano cuando la sientas adormecida. Algunas mujeres sienten alivio al usar muñequeras o entablillado para las muñecas. Los medicamentos que normalmente se aconsejan para el síndrome del túnel carpiano suelen no ser recomendables para las mujeres embarazadas. El malestar causado por el síndrome generalmente desaparece unas semanas después del parto.
Primeras muecas y nuevos reflejos. Los sentidos siguen despertando...
A las 26 semanas ya notas claramente los movimientos del bebé. Igualmente, tu pequeñín empezará a hacer uso de más reflejos importantes como el reflejo labial de succión, ya que empieza a chuparse el dedo con virulencia. La mayor parte del día, tu bebé estará durmiendo. Así que el tiempo que pase despierto tendrá más energía y, por tanto, estará muy alerta a todo lo que sucede en su entorno.
Cuando oiga ruidos repentinos, sacará sus reflejos de protección extendiendo sus brazos y piernas como mecanismo de autodefensa. Hoy en día, con las comodidades de la vida humana, este instinto no se hace tan necesario como lo era para nuestros antepasados. Sin embargo, otros reflejos sí lo son. Es el caso del reflejo que consiste en ingerir medio litro de líquido amniótico al día. Esta tendencia natural ayuda a que el sistema digestivo se desarrolle bien.
Su piel todavía es transparente. Tiene una rutina de ejercicios musculares diaria que incluye movimientos respiratorios. Percibe cada vez más los estímulos del mundo exterior como la luz, el sonido o las presiones sobre el abdomen.
Notarás que si te acuestas en una posición que no le gusta comenzará a moverse con fuerza hasta hacerte cambiar de posición.
Esta semana los párpados del bebé estarán abiertos y el bebé reaccionará a la luz. Empieza a hablarle al bebé. Su audición está lo suficientemente desarrollada como para escuchar tu voz y la del papá. El bebé también está practicando respirar aunque no haya aire en la matriz.
Durante esta semana los alvéolos pulmonares comenzarán a desarrollarse dentro de sus pulmones. Su bebito además comenzará a manifestar actividad en sus ondas cerebrales y al mismo tiempo a escuchar y a responder con movimientos a los ruidos y a los estímulos auditivos, tanto los que provengan del interior como los provenientes del exterior.
Aunque los ojitos del bebé estarán herméticamente sellados durante los últimos meses del embarazo para permitir que el organismo vaya formando las retinas, los mismos se abrirán, y el bebé comenzará a parpadear durante esta semana. Dependiendo de la raza del bebito y de la de sus padres, algunos bebés nacerán con los ojos de color azul o tendrán un color gris azulado (los cuales podrían cambiar de color durante los primeros seis meses de vida) mientras que otros nacerán con ojitos de color marrón o de algún color oscuro. Por otro lado, las pestañas estarán creciendo y además, para este momento, ya habrá más pelo en su cabecita.
Medidas: El bebé tiene alrededor de 36 cms de la coronilla a las nalgas y pesa casi 1 kg.
"Cambios en la madre"
Te encuentras en la semana 26 y la piel de tu abdomen crece, llegando a producir picores. El feto ya está bastante desarrollado y el útero sigue estirándose, así que puedes empezar a tener dolores de espalda y en la pelvis.
Te cansas más y tu corazón late muy rápido cuando caminas, subes escaleras o terminas de comer, hasta tu presión puede descender al punto de provocarte mareos y desmayos. Es debido a cambios en tu circulación sanguínea.
El útero tiene el tamaño aproximado de una pelota de básquetbol. Sentirás que el centro de gravedad se ha desplazado. Quizás sientas un cosquilleo, adormecimiento o dolor en las manos y pies. Se cree que esa sensación se debe a los tejidos hinchados. Muchas mujeres sufren del síndrome del túnel carpiano durante el embarazo. El túnel carpiano es la apertura que hay adentro de la muñeca y por la que pasan los nervios que llegan a los dedos. El túnel se hincha durante el embarazo y la presión puede causar adormecimiento y dolor. El malestar a veces se agrava por la noche.
Avísale al profesional de la salud si tienes dolor, cosquilleo, ardor o adormecimiento en las muñecas, manos u otras articulaciones. Trata de agitar la mano cuando la sientas adormecida. Algunas mujeres sienten alivio al usar muñequeras o entablillado para las muñecas. Los medicamentos que normalmente se aconsejan para el síndrome del túnel carpiano suelen no ser recomendables para las mujeres embarazadas. El malestar causado por el síndrome generalmente desaparece unas semanas después del parto.
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