El embrión sigue a su ritmo. La cabeza es ahora notablemente grande y está pegada al cuerpo. La cola al final de la médula espinal ha desaparecido y el aspecto se va asemejando al de un bebé. En la cara, la nariz ya forma una protuberancia que puede verse de perfil. Los párpados han comenzado a crecer. El abdomen también por lo que los intestinos ya caben dentro. Se empiezan a formar los cartílagos y huesos. Las gónadas se han convertido en testículos u ovarios. Mide entre 13 y 18 milímetros.
Cambios en la madre
El embarazo sigue su curso y la futura mamá puede sentirse extremadamente sensible. Llorar al ver un anuncio en televisión o irritarse facilmente son comportamientos normales debidos a las hormonas. Cuando la placenta se encargue de producir alguna de estas hormonas, todo se estabilizará un poco más.
También es normal la congestión e incluso alguna pequeña hemorragia nasal. Un vaporizador o un humidificador pueden ayudarte a controlarlo. El sentido del olfato se ha desarrollado mucho estas primeras semanas. Es una defensa del cuerpo de la mujer que sirve, por ejemplo, para detectar alimentos en mal estado.
En esta etapa del embarazo las hormonas pueden provocar en la madre un aumento del deseo sexual o su completo rechazo. El papá por su parte verá como el pecho de mamá ha tomado un aspecto muy sugerente. Puede que ambos estén en sintonía o que papá tenga que aceptar que este es uno más de los cambios que conlleva la paternidad. En cualquier caso el sexo sólo está contraindicado si ha habido alguna complicación, o es un embarazo de riesgo. En ese caso lo mejor es consultar con el ginecólogo, sin pudor, porque es una de las preguntas más habituales.
aki vamos!!!! es un milagro bello de la vida!
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